InfoMujer Venezuela#23

 

Se agrava la ya precaria situación en la que viven las mujeres de las poblaciones indígenas venezolanas bajo la delincuencia que impera en las minas. En sus comunidades la agricultura y la pesca dejaron de ser sus principales medios de subsistencia por la contaminación de ríos y la devastación de sus tierras. Ahora muchos de los hombres practican la minería a la fuerza, en condiciones de esclavistud. Para las mujeres la explotación sexual y todas las formas de violencia de género son condiciones con las que deben vivir incluidas niñas y adolescentes de los pueblos originarios para que sus familias sobrevivan a la crisis humanitaria que golpea especialmente fuerte al sur del país. Los municipios Caroní, El Callao, Sifontes y Heres del estado Bolívar, que forman parte del arco minero son de las principales áreas en las que las mujeres están más expuestas a la violencia. Inscluso donde han sido asesinadas muchas de ellas. También en el estado Amazonas hay víctimas de femicidios con edades entre 11 y 22 años de la etnia warao y otras. Las amenazas, violaciones y desapariciones contribuyen al silencio de estos crímenes...

Explotación indígena en Minas Venezolanas

Con respecto a la educación y prevención en materia de salud sexual hay países que sí están tomando iniciativas interesantes como Nueva Zelanda con la campaña Keep it real online dirigida, sobre todo, a adultos y acerca de la responsabilidad parental de abordar con hijas e hijos temas como la pornografía, y el bullying, entre otros. Ante la realidad de que niñas, niños y adolescentes pasan tiempo en las redes y tienen acceso a diversos contenidos, algunos de los cuales revisten peligros. Por ello es importante abordar esos riesgos y prepararles para hacerles frente.

Sobre todo, tomando en consideración los resultados del reciente estudio realizado en
Galicia por la Fundación Barrié con participación de la universidad de Santiago de Compostela. Sus resultados que arrojan que 25% de chicas y chicos entre 12 y 13 años ve porno en línea y entre 16 y 18 años el porcentaje se eleva a 66 por cada 100. Además de consumir pornografía, intercambian mensajes de alto contenido sexual y comparten videos o fotos íntimas. Las diferencias de género revelaron que las chicas son presionadas con mayor frecuencia para enviar fotografías o vídeos íntimos. Esto comienza en edades alrededor de los 12 años y continúa a medida que crecen. En estas prácticas se da también la exposición de infantes al abordaje de adultos, haciéndose pasar por adolescentes, hasta incluso citarse con ellos. Todo lo cual está indicando que la primera aproximación de la infancia al relacionarse fuera de su entorno familiar está enmarcado en los referentes que descubre en línea y que rara vez son los más adecuados...

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