Mostrando las entradas con la etiqueta violencia de género. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta violencia de género. Mostrar todas las entradas

viernes, 7 de junio de 2024

Infomujer Venezuela #81 |Fiscalía venezolana y violencia de género

 

Al finalizar cada mes hacemos en este espacio una revisión de los procesos ventilados públicamente por el Ministerio Público venezolano en materia de violencia de género.  En mayo, Tarek William Saab,  vocero oficial expresó sobre el programa el Ministerio Público Atiende tu Denuncia en la Parroquia, que habían desplegaron casi 400 funcionarios en todo el país, dato interesante porque aunque hubiera ido un funcionario a cada una, todavía quedarían más de 700 parroquias desatendidas. Sin embargo, según el fiscal, este es el cuarto operativo de esta magnitud realizado este año.

Otros indicadores de eficiencia en la gestión de esta instancia que tramita justicia para el pueblo venezolano son el gran total de personas atendidas en estos operativos, que de acuerdo al fiscal alcanza 42.876 personas, cifra que al ser contrastada con el número de denuncias recibidas por el mismo ente sólo llega  a 4.688, es decir, 10% de quienes acuden por asistencia judicial llega a concretar una denuncia. En sistemas gravemente immersos en la cultura de poder patriarcal la justicia en asuntos de género sufre mayor desbalance. Las organizaciones no gubernamentales que ofrecen servicios a víctimas de violencia de género registran muchos casos en los que el ministterio ni siquiera regristra las denuncias, ignorando su deber legal e imponiendo una gran barrera en el disfrute de todos sus derechos, por vía judicial para las mujeres.

Para complementar esta imagen cabe mencionar que es incluso mayor  el número de denuncias de carácter penal que recibe el organismo, por  maltrato animal por ejemplo, pues según señaló el mismo vocero, han canaliado 4.818 denuncias. No está de más  aclarar que esta instancia judicial nunca ha salido en un operativo a buscar denuncias de mujeres víctimas de violencia de género.

De acuerdo a las cuentas de la organización no gubernamental @_CEPAZ en el 2023 hubo un total de 387 acciones femicidas, una cada 22 horas. La respuesta judicial para esta tendencia  luce escasa tomando en cuenta que en mayo de este año el ministerio público informó de la detención de 2 femicidas  en hechos que dejaron tres víctimas fatales. Por cierto que el mes pasado sólo otros 3 femicidas recibieron condena, uno de ellos, 10 años después de cometido el delito.

Como destaca el bustv, 32 mil niños sufrieron abuso sexual en Venezuela en los últimos seis años, de acuerdo el Ministerio Público. Esto significa que el organismo recibió 14 denuncias diarias de abuso infantil. Sin embargo en mayo pasado, se publicaron 12 condenas por violencia sexual, de esos casos, 15 de las víctimas son niñas, niños o adolescentes. También hubo 4 detenciones por violencia sexual sobre 4 víctimas infantiles y una adulta.

Los estados involucrados en los reportes de mayo son Anzoátegui, Aragua, Barinas, Caracas, Falcón, Lara, Portuguesa, Mérida, Miranda, Nueva Esparta, Táchira, Trujillo, Yaracuy. Para la otra mitad del país no fue reportada gestión alguna en materia de violencia de género.

Según ONU Mujeres en América Latina y el Caribe el femicidio/feminicidio, persiste en niveles alarmantes, con una tasa de 1,4 asesinatos de mujeres cometidos por la pareja o un miembro de la familia por cada 100.000 mujeres, superior a la tasa global de 1,11. En 2022, al menos 4.050 mujeres de 26 países de América Latina y el Caribe fueron víctimas de femicidio, y este año según el mapa latinoamericano de femicidios entre enero y marzo hubo, al menos, 1105 feminicidios en 15 países de la región. 18,9% de los agresores de las víctimas de femicidios consumados de venezolanas en el exterior en el año 2023, eran venezolanos.

Hay que insistir en que en  la mayoría de los casos, los agresores sexuales gozan de algún tipo de confianza  de las víctimas o sus familias, o tienen incluso algún parentezco. Porque 1 de cada 4 mujeres y niñas entre los 15 y 49 años han sido víctimas de violencia física y/o sexual por su pareja al menos una vez en su vida, y 91% de las mujeres en la región han experimentado violencia en línea y violencia facilitada por la tecnología. La respuesta institucional tiene que volverse asertiva para garantizar acceso a la justicia en condiciones de igualdad para todas las personas.

viernes, 10 de noviembre de 2023

Infomujer Venezuela #70 |Política de violencia en Venezuela

 


Mientras otros países trabajan activamente por la equidad de género la ya larga crisis humanitaria de Venezuela que mantiene a la nación cada vez más empobrecida, producto de la corrupción y la ineficiente administración de los recursos nacionales dificulta nuestro avance. Pero las organizaciones no gubernamentales siguen firmes en hacer visibles las injusticias que afectan a las poblaciones más vulnerables. Por ejemplo, la Red de Mujeres Constructoras de Paz realizó un estudio en 13 estados del país, que recoge evidencia de las múltiples formas de violencia contra las mujeres que siguen padeciendo las venezolanas: 40% de las encuestadas aseguró no tener acceso a productos para la gestión menstrual, es decir, carecen de los recursos sanitarias mínimos para hacer frente a la regla, cada mes. Esta es una forma de violencia pasiva en la que pareciera no haber un agresor, pero cuando el Estado no es capaz de garantizar todos los derechos para todas las personas, las culpas se van aclarando.

Hasta ahora los esfuerzos no son suficientes si 21% de las encuestadas no sabe a dónde acudir en caso de sufrir o ser testigo de un caso de violencia de género. Esto las hace más vulnerables en un país en el que la violencia psicológica queda en evidencia porque 67 de cada 100 consultadas aseguró haber recibido comentarios despectivos al menos una vez, mientras que 41% admitió haber recibido invitaciones, tocamientos o acercamientos no deseados, ofensivos e incómodos en las calles. Lo que constituye la base de la violencia de género pero que no se detiene ahí, porque Según la organización @_Cepaz  a las venezolanas las matan en sus propias casas, así lo arroja su monitoreo de femicidos, para agosto 2023 según el cual 54,2% de los femicidios consumados ocurrieron en la casa de habitación de la mujer y otro 12,5% en la que compartía con su pareja.

La seguridad de las mujeres es una deuda del Estado venezolano porque las que no son asesinadas tienen que vivir con miedo y las cicatrices de todos los maltratos acumulados, a los que se suma que sean obligadas a asumir todos los embarazos, los cuidados de niñas y niños, de los adultos mayores y de quienes se enferman en el hogar.

Pero esa deuda también tiene una repercusión continental. A pesar de que el gobierno de Venezuela anunció en el 2017 su retiro de la Organización de Estados Americanos, esta instancia regional sigue de cerca lo que pasa en el país con la clara conciencia de que como vecinos, lo que afecta a unos repercute sobre el resto. Porque ya están entendiendo que los desplazamientos forzados de venezolan@s por toda la región han convertido el modelo económico delictivo nacional en un gran riesgo para todo el continente. Pero la OEA firme en su propósito de afianzar la paz y la seguridad del Continente, promover y consolidar la democracia representativa, acaba de publicar mediante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por cierto integrada mayoritariamente por mujeres, el informe sobre Personas refugiadas y migrantes provenientes de Venezuela. En el que se reconoce como causa de este éxodo los conflictos en el país y las limitaciones a las libertades civiles y violaciones graves y sistemáticas de derechos humanos, entre otros que siguen enfrentando quienes resisten dentro de las fronteras. Pero las personas desplazadas enfrentan otros peligros tanto en los países de tránsito como en los de acogida, así como barreras para acceder a servicios básicos como atención médica, vivienda y educación. Dada la discriminación estructural e histórica popularmente conocida como machismo, tanto dentro como fuera del país, la situación es más grave para mujeres y niñas. La publicación recoge que entre 2014 y 2021 se ha reducido el empleo formal 21.8 puntos porcentuales[1], alrededor de 4.4. MM de empleos y dada la discriminación contra las mujeres, su participación en el sector laboral formal fue del 43% en el periodo 2019-2020, es decir la tasa más baja de América Latina[2]. Y cuado se toma en cuenta que en Venezuela las mujeres son jefas de hogar en el 72,7% de los hogares más pobres, teniendo que sostener a familias de hasta 4 miembros[3]. Son cifras muy rojas, que existen, a pesar de la opacidad informativa y que tendrá que tener en cuenta la Misión Venezuela Mujer, la más reciente creación del gobierno Madurista para eliminar la brecha de género.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1]Anova. Breve Reseña del Mercado Laboral Venezolano: Qué dicen los datos más recientes. 22 de septiembre de
2020.

[2] Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, UCAB. Condiciones de vida de los venezolanos: entre emergencia
humanitaria y pandemia | ENCOVI 2021. Septiembre de 2021.

[3] Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (AVESA), Aliadas en Cadena. La salud de las mujeres
en Venezuela: Crisis del sistema sanitario y COVID-19. 2021

viernes, 13 de octubre de 2023

Infomujer Venezuela #66 | Femicidios primer semestre Venezuela

 

Después del exterminio de los pueblos originarios de América durante la colonización europea, las etnias sobrevivientes hoy también son víctimas de trata de personas. Se les recluta bajo engaño, con ofrecimientos de mejorar las muy precarias condiciones en las que viven, con promesas de trabajar la agricultura, se les traslada a las minas donde relizan trabajos forzosos sin remuneración. Los testimonios de quienes logran escapar de esta forma de esclavitud moderna, no llegan con suficiente prontitud para advertir y evitar más víctimas de este delito. Según informe de la organización Kapé Kapé al menos 1500 indígenas waraos se encuentran en la actualidad en Guyana, en su mayoría realizando trabajos forzados y subpagados. Este pueblo asentado tradicionalmente en el estado Delta Amacuro ha estado emigrando para escapar del hambre y la miseria en las que está sumida la región por las múltiples actividades ilegales que se realizan allí y en todo el llamado arco minero dentro de los territorios indígenas ancestrales. Mientras el Comité de Derechos Humanos de la ONU advierte que en Venezuela se restringe el derecho a la libre movilidad por la dificultad de acceder a documentos como pasaportes dentro y fuera del territorio, hay que mencionar que las poblaciones indígenas nacionales ni siquiera cuentan con cédula de identidad en su mayoría. Y sólo en el Esequibo viven más de 45.000 indígenas venezolanos en situación de abandono, pobreza y explotación. Son  arawakos, wapishana, warao y kariña. En ese contexto las mujeres y niñas son más vulnerables.

Con respecto a la mitad de la población del país, Desde el 1° de enero hasta el 31 de julio de este año el Observatorio Digital de Femicidios del Centro de Justicia y Paz (@Cepaz) documentó 160 femicidios consumados y 93 femicidios en grado de frustración. Como consecuencia directa 55 niños y niñas quedaron en estado de orfandad. Pero además en 10,6% de los casos las asesinadas fueron niñas menores de 11 años. 40,6 % del total de estos casos registran mujeres en edades comprendidas entre 19 y 45 años.

Sobre la respuesta de los órganos encargados de ofrecer seguridad a la ciudadanía, incluídas las mujeres, niñas y adolescentes los hechos se expresan con claridad: dos de los victimarios tenían antecedentes penales por violencia de género y en 44,4% de los casos, los agresores están en fuga. En 7 de los casos, los ofensores eran funcionarios policiales activos para el momento de los hechos. Por lo que urge implementar procesos de educación y sensibilización sobre este tema, en el que la Universidad de la Seguridad tiene un papel protagónico.

Entre otras consideraciones para prevenir la violencia de género hay que señalar que en 61,9% de los casos la víctima conocía al ofensor y casi el 30% eran parejas o exparejas. Sin embargo que 8,8% de las muertes ocurre en medio de violencia obstétrica también tiene mucha relevancia. Recordemos que en el estado Bolívar, entre 23% y 35% de las parturientas son menores de edad. Y expertos afirman que las niñas y adolescentes representan el 50% de las víctimas de mortalidad materna.

La violencia machista no sólo mata con manos y armas, sino que induce a acabar con la propia vida. Esta misma semana @Cecodap indicó que factores como la violecia de género y la cultura patriarcal tienen incidencia en el aumento de los índices de intención de suicidio que miden en comparación con el año pasado. Además la población de adolescentes femeninas alcanzó en el primer semestre del año el índice de riesgo suicida más alto en el histórico de sus mediciones. Esto exige actuar con urgencia y efectividad en la erradicación de esta y otras formas de violencia.

viernes, 29 de septiembre de 2023

Infomujer Venezuela #64 | Violencia de género y reparación


 El feminismo además de visibilizar todas las formas de injusticias que enfrentan las mujeres día a día, a lo largo de su vida, asume como causa alcanzar la verdadera equidad de género, en beneficio de la sociedad toda, es decir de mujeres y hombres.  Entre las muchas reivindicaciones en constante reclamo está que cese la violencia contra las mujeres, meta que es posible alcanzar cuando hay voluntad política y compromiso para educar en igualdad. Lo que incluye formar a todos los servidores públicos, integralmente, para mucho más que hacer un uso regular del lenguaje de género. Transformar la institucionalidad para que mujeres, niñas y adolescentes gocen efectivamente de los mismos derechos que los hombres, y la totalidad de la población vea respetados sus derechos humanos. Empezando con la instancia que imparte justicia en la Nación, que es naturalmente, sino la más importante, un escalón imprescindible para abordar el compromiso con el desarrollo inclusivo. 

Antes ya se ha señalado que en Venezuela existe una gran deuda a nivel legislativo en materia de igualdad de género, sin embargo los pocos instrumentos existentes pueden nivelar el camino en esa dirección. Por ejemplo, los tribunales especializados en Violencia contra la Mujer cuentan desde el 2014, con el artículo 61 de Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia, que establece el pago de una indemnización a las mujeres víctimas, o a sus herederas y herederos en caso de que la mujer hubiera sido asesinada. Porque la reparación es necesaria cuando las sociedades no han alcanzado la igualdad para toda su ciudadanía. 

Por contraste con el caso colombiano reseñado la semana pasada en el que la propia justicia de ese país sentenció la repación que habría de pagar la Fiscalía bogotana a quienes sobreviven al femicidio de Rosa Elvira Cely, cuando la institucionalidad nacional no es capaz de garantizar el disfrute de sus derechos, las víctimas deben recurrir a instancias interacionales. Un ejemplo de activación de este recurso lo protagonizó Linda Loaiza López Soto, quien al no recibir justicia en Venezuela elevó su caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que en 2018  ordenó al Estado venezolano la reparación a través de varios mecanismos como becas de estudios profesionales para ella y sus hermanos, así como tratamiento médico y psicológico y/o psiquiátrico, incluidos los medicamentos requeridos y adecuados a sus necesidades como sobreviviente de violencia de género, así como los costes de los diversos litigios. Hoy cinco años después de emitida la sentencia el gobierno sigue inclumpliendo con las reparaciones concedidas por el órgano internacional. El objeto de las reparaciones es ayudar a que las sobrevivientes de violencia de género puedan recuperar efectivamente su proyecto de vida, así como tratar de corregir la afectación producida por los diferentes modos de agresión. 

Es oportuno recordar que quienes sobreviven a estas situaciones ven seriamente comprometido su patrimonio familiar ya sea para la recuperación de la salud o por los esfuerzos por procurar justicia. En otros casos de violencia que terminan en femicidio, la justicia debe velar por las llamadas víctimas colaterales, todo en el marco de los derechos humanos. Las mujeres víctimas de Violencia de Género aquí, tienen, además derecho por ley a servicios sociales de atención, emergencia, protección, apoyo, acogida y recuperación integral. Sin embargo para que este derecho sea efectivo el país tiene que aumentar la inversión en programas de atención integral a las víctimas. A pesar de todo esto la mayoría de las sentencias de los tribunales venezolanos no contemplan medios de reparación e indemnización, lo cual atenta contra los derechos humanos de las mujeres.  Este mismo año hemos reportado aquí muchas sentencias entre las que se incluye abusos sexuales contra infantes y los tribunales venezolanos no contemplan la reparación, lo cual es una forma de revictimización para las víctimas directas y colaterales de la violencia de género. 

Sin embargo hay casos que sientan jurisprudencia en este sentido, en el 2012 el Juzgado Segundo de Primera Instancia de violencia contra la Mujer en Caracas, con ponencia de la magistrada Dougeli Antonieta Wagner que sentenció al agresor pago de indemnización por daño moral. Más recientemente en julio de este año, el femicida  Gregori Capote Minseros fue condenado a prisión y al pago de Indemnización. Ciertamente todavía siguen siendo pocas las sentencias que contemplan la reparación pero algunos jueces van por el camino del bien. Por cierto que los tribunales especiales se han sumado al mutismo gubernamental sobre los datos de violencia de género que atienden, lo que además contribuye al estancamiento del abordaje efectivo de este enorme problema de salud pública y es una deuda con la equidad y justicia que deben solventar.

Infomujer Venezuela #83 | Violencia de Género y Ministerio Público

  De acuerdo a la revisión realizada de los procesos informados por el Ministerio Público venezolano al concluir cada mes, durante junio ...